He descubierto a través del blog de El Mundo Camaredonda, que ahora los penes pueden tener nombre propio y exclusivo, con diploma incluido, que acredita a sus poseedores como únicos hombres en el mundo con derecho a llamar a su pene “Naranjito”, “Manolete” , “Submarino” o similares (el límite está en la imaginación). Y por sólo 17 euros. Una ganga.
Lo que más sorprende del artículo, aparte de la mente de los empresarios que comenzaron con esto (¿cómo relacionaron nombre de pene con dinero fácil?) es que cuenta que esta tradición de ponerle nombres al pene, viene de lejos:
“Se cuenta que Julio César solía referirse a su pene con un despegado e indiferente ‘Él’. Ya en el siglo pasado, el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson llamaba ‘Jumbo’ a su apéndice carnal, ya que sus ciclópeas dimensiones hacían que se asemejara a la salchicha más grande del mercado. O quizás se inspiró en el avión… Otro ejemplo simpático lo encontramos en el cantante Robbie Williams, que llama ‘Señor Feliz’ a su pene, quizás como contraste a lo raro que está él últimamente, todo el día entrando y saliendo de clínicas de desintoxicación, el pobre…
Shallow Waters - Pajaro Sunrise
Hace 8 horas
7 comentarios:
Mi amigo MS,(pongo solo las iniciales para salvaguardar su intimidad, ja ja) llama a su pene "Black and Decker"
Conda, Ana Conda jajaja
Que yo sepa esto de bautizarse los bajos fondos es algo más propio de los hombres que de las mujeres. Por ahí he leído que las mujeres preferimos poner nombre a los coches... aunque para muchos hombres, el coche es una extensión de su pene (quizás por eso los hay que se lo compran tan grande)
Pues sip yo formo parte de esa estadística: Mi coche se llama "Kinder"... por que lleva una sorpresa dentro
Una pregunta, ¿si le pones también nombre a las bolas te hacen descuento por familia numerosa?
Pues a la de mi ex novio yo la llamaría AHORA SI, AHORA NO.
O mejor pensado AHORA TAMPOCO. Lo que había que trabajar para que funcionase.
Yo, siguiendo los pasos de Julio César, la llamo tú, pero no se por qué, todas se empeñaban en hablarle de usted.
Publicar un comentario