No tenía ningún tanga rosa. Tampoco sujetadores rosas, ni camisetas rosas. En casa no había ni una sola toalla de color rosa. Ni siquiera un triste trapo de cocina de color rosa.
Esta mañana todo cambió, gracias a la excursión de un intrépido calcetín rojo a la lavadora.
Este puente de Mayo mi casa se ha teñido de rosa, ya llegó la primavera¡¡¡¡¡
Esta mañana todo cambió, gracias a la excursión de un intrépido calcetín rojo a la lavadora.
Este puente de Mayo mi casa se ha teñido de rosa, ya llegó la primavera¡¡¡¡¡
2 comentarios:
ja ja ja, como se nota que la que no tiene costumbre a bragas...las costuras le hacen llagas
Anda,anda no me tires de la lengua amparito que no soy la unica que tiene accidentes domesticos verdad?
Mil besos
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